La llamada la recibí un 16 de julio, fue totalmente inesperada; era él, proponiéndome quedar un rato juntos y yo con gran ilusión accedí.
Eran las seis de la tarde y yo le esperaba en el lugar acordado, recuerdo que me temblaba cada parte de mi cuerpo y mi cabeza no paraba de imaginarse como sería aquella tarde, pero sin duda, ninguno de eso pensamientos se acerco lo más mínimo a lo que sucedió aquella tarde.
Me recogió con el coche y me llevo a un mirador cerca de donde el vivía, ese instante fue increíble, sentí que algo especial estaba brotando en mi, y por un segundo, el miedo se apoderó de todo esos sentimientos tan inexplicables.
Cada vez que sentía su mano acariciando la mía, cada abrazo o cada beso se trasladaba a mi estómago creando mariposas.
Al volver a casa me sentía ... ¿ Sabes esos momentos en los que se te escapa la sonrisa sin querer y no puedes ni explicar que te ocurre pero por tu rostro se identifica que es bueno?
Pues esa es mi descripción de aquel día.
Un par de días después concretamente el 20 de ese mes, él se fue de vacaciones con sus amigos, pero algo dentro de mi sabía que no me iba a fallar y que yo le iba a esperar.
Psdt:
Acabo de recibir un mensaje suyo que dice lo siguiente:
- Un día más increíble a tu lado.
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